miércoles, 26 de diciembre de 2012

La Grieta Profunda --- (Cuento - parte IV)


Pase la mirada en forma rápida por sobre el conjunto de personas que seguía amablemente la charla en distintos grupos y divise entre el montón un grupito de viejos conocidos, dos sociólogos con quienes había compartido más de una experiencia laboral, un viejo militante de ONG con quien también había colaborado y otro activista de DDHH que siempre estaba al pie del cañón para colaborar con cuanta causa noble se lo solicitara, no dude demasiado, me acerque rápidamente y antes que pudieran preguntarme algo con un gesto los fui corriendo hacia un costado del salón, como pude les comente lo sucedido, hicieron silencio, y sin dudarlo ni hacer más comentarios me siguieron al encuentro con el capitán, seguramente más movilizados por la incertidumbre y la curiosidad que por cualquier otro motivo aparente.
La sala estaba fría y con poca luz, se me antojo incómodamente vacía, cuando entramos vimos en un rincón y sentado en una mesa improvisada al enigmático capitán y a uno de sus segundos, un ex teniente de la armada que guardaba aun todos los gestos protocolares de la vida militar; con otro gesto nos invito a acercarnos y tomar asiento, lo primero que me llamo la atención fue un extraño mapa desplegado a lo largo de toda la mesa, un mapa con pocas inscripciones y con colores fuertes y profundos, yo había visto muchos mapas porque me gustaban en especial, pero no podría jamás reconocer haber visto alguna vez alguno que se le pareciera a este.
-       Estimado amigo- el capitán se levanto rápidamente a estrecharme la mano, esta vez extrañamente le note mayor calidez en el saludo, - muchas gracias por acudir a este llamado, y también a todos ustedes por confiar y llegarse hasta aquí, - todos hicimos un gesto de amabilidad al tiempo que buscábamos acomodarnos en alguna silla, el café estaba servido, humeante y su olor iba alcanzando a penetrar en distintos espacios vacios del amplio salón, dándole un toque de cierta familiaridad al extraño encuentro en las sombras de aquella inolvidable madrugada en medio del atlántico sur.
-       Permítanme explicarles la situación actual, y sobre todo el porqué de la convocatoria, ya que ustedes como es obvio se encontraran muy extrañados por la misma, la situación es un poco más complicada y difícil que lo comentado, pero no me pareció oportuno asustar a todas las personas del barco, para hacer lo que hay que hacer solo un pequeño grupo de gente confiable y decidida alcanza, y no tengo ninguna duda ya que leyendo rápidamente sus currículos me di cuenta de que ustedes podrán cumplir con la tan necesaria tarea que les pediré en nombre mío y de toda la organización que diseño este viaje-.
Otra vez la incertidumbre, y la extrañeza, de que currículos hablaba este caballero, si tales no eran más que pequeños esfuerzos cotidianos por hacer del mundo un lugar mejor, y en todo caso, cuál sería el supuesto encargo de parte del capitán, estuve tentado a hacer el antiguo chiste de pellizcarme, para cerciorarme de que no estaba durmiendo y todo era un confuso sueño, uno más, diría en caso de así fuera, pero la mirada fría y preocupada del capitán me devolvieron la atención hacia el momento extraño que estábamos viviendo, no, evidentemente aquello no podía ser un sueño, el olor del café era demasiado real para equivocarme acerca del estado de conciencia en que estaba.
El capitán volvió a acomodarse en su mullido sillón de color verde oscuro, a su lado el teniente había empezado a palidecer, su cara estaba casi tan blanca como su chaqueta,                    
- “voy a hacer lo más simple posible este pedido, aun a riesgos de que ustedes supongan que esto es una gran locura y que en cualquier momento despertaremos de la pesadilla, la situación es un poco más seria que lo ya dicho, en realidad no sabemos a ciencia cierta qué es lo que paso, solo puedo decirles que estamos varados en una enorme grieta de hielo solido, esta grieta solo figuraba en mapas de principio de siglo pasado, después muchos la habían dado por desaparecida, también sabemos que los sistemas nos jugaron una mala pasada, y creemos que nos hemos desviado, lo peor es que no podemos hacer una verificación real, porque ninguno de los instrumentos de medición y ubicación andan correctamente, los satélites dan señales confusas, y nos parece que tomar decisiones en esta situación podría provocar una catástrofe; pues bien, ahora viene la parte más difícil para mí, y es explicarles que han sido llamados para realizar una misión con el objetivo de salvar al barco y toda la tripulación, esta misión debo decirles, no esta exenta de algunos riesgos, pero solo pueden hacerla aquellos que crean en cosas fuera de los parámetros normales, por ejemplo si yo les preguntara, creen ustedes que puede cambiar el mundo?, que pueden el ser humano organizar algún día una sociedad sin guerras, sin hambre, en definitiva, es posible en el mediano plazo una sociedad más humana y no violenta?, ustedes, creen en eso??”- el caballero había elevado el tono de su voz pero irradiaba una extraña serenidad, sentí la perplejidad y una especie de confusión como si una red de telarañas me caía encima y no podía moverme libremente, que carajo estaba diciendo este tipo?, quien era este personaje escapado de un corroído libro de aventuras en colores opacos? y que estaba sucediendo en verdad ?, ahora si me pellizcaría, o me daría un tirón de orejas solo con la expectativa de despertarme, pero…y la pregunta?, la pregunta no era cualquier cosa, esa pregunta encerraba algún acertijo, tenía una lógica inflexible, o no era cierto acaso que en el fondo de sus creencias la enorme mayoría de la gente aun no creía que un mundo distinto era posible?, y como este capitán del siglo XIX intuía mis certezas acerca de un cambio total de sentido de la humanidad?, quise buscar algún indicador en las miradas de mis viejos conocidos, no se me escapaba que ellos también eran gentes de creencias extrañas, sin racionalizar me choque con la profundidad de sus ojos, que por suerte me devolvieron una profunda tranquilidad, ellos compartían los mismos registros que yo, aquello no era definitivamente un sueño pesado, de ninguna manera, mas parecía ser una realidad alucinante, aquellas realidades que están predestinadas a cambiar de una vez y para siempre el sentido de la vida...........                   (continua)

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